Raymundo Gleyzer nació en 1941
y tenía 35 años cuando se convirtió en uno de los 30000 desaparecidxs. Era
cineasta y militante del PRT. Estaba casado con Juana Sapire, quien colaboraba
en sus películas y tenía un hijo, Diego.
Hijo de una familia judía
argentina en cuya casa se fundó el célebre teatro, (Teatro Popular Judío).
Raymundo recibió su nombre de un guerrillero francés —Raymond Guyot— asesinado
por los nazis.
Convencido de que el cine es
un arma de contrainformación, un instrumento para los de abajo, Raymundo
documentó la situación social y política de América Latina desde 1963.
A partir de 1965 se abre un nuevo período marcado por su trabajo en noticieros (Canal 7 y Telenoche). En su búsqueda personal, este tipo de trabajos terminará con una película propia "México, la Revolución congelada".
A partir de 1965 se abre un nuevo período marcado por su trabajo en noticieros (Canal 7 y Telenoche). En su búsqueda personal, este tipo de trabajos terminará con una película propia "México, la Revolución congelada".
En 1972 comienza el camino que
lo llevara a su único largometraje de ficción "Los Traidores". Al
mismo tiempo que filmaba 'Los traidores', Gleyzer filmó un corto sobre la
masacre de Trelew: "Ni olvido ni perdón". La película se hizo
básicamente con la conferencia de prensa que los fugados del penal habían dado
en el aeropuerto (donde estaban varados) y con una serie de fotos. Al mismo
tiempo nacía el FAS (Frente Antiimperialista por el Socialismo), que se
relacionó directamente con el proyecto de Cine de Base.
Su compromiso militante con el
PRT-ERP lo llevó a agruparse junto con otros jóvenes revolucionarios en el Cine
de la Base, uno de los dos principales nucleamientos del cine político de
aquellos años, paralelo al grupo Cine Liberación.
La principal consigna era llevar el cine a la gente, a los protagonistas de sus
films, los desposeídos de la tierra, los obreros, los indios y los campesinos.
Fue una época en donde se
organizaban proyecciones para el debate. Las proyecciones se daban cita en
cualquier lugar y fuera de Buenos Aires también: La Plata, Córdoba, Rosario,
Tucumán. Y el Cine de Base se iba expandiendo... La idea era crear una red que
llegara a todo el interior del país, y que funcionara también como una
distribuidora. La intención era
crear una cadena de salas dentro de las villas, solo con lo necesario:
proyector, un techo y bancos, pero no llegó a concretarlo.
El objetivo que perseguía en cada una
de sus producciones era convertir
al cine en un arma de contrainformación para intervenir en la lucha social.
La cámara denuncia, interpela, presenta
lo oculto. Se interna en pasajes olvidados y se contacta con instancias
cotidianas que deben ser exploradas, develadas y a través de ellas revela un
estado de situación, producto de las condiciones reales de existencia. Y
precisamente esta herramienta de
denuncia que Raymundo transformaba en arma de combate se mezclaba en las ollas
populares, actuaba como un guerrillero, denunciaba la represión, las masacres,
el hambre, la pobreza. No era ajena ni miraba sorprendida los
acontecimientos, sino que pretendía ser era uno más en las barricadas, en las
asambleas de los obreros.
El 27 de Mayo de 1976 es secuestrado por un comando militar a la salida del
Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina. Raymundo fue visto por
última vez junto al escritor Haroldo Conti, en el campo de concentración El
Vesubio. Varios directores del mundo iniciaron en los festivales de cine una
campaña mundial por la liberación de Gleyzer. Entre otros escritores García
Márquez escribió una carta pidiendo su aparición con vida. La dictadura
intentó silenciar a uno de los más talentosos y coherentes referentes del cine
social latinoamericano.
Repensar su obra, su vida y su
militancia implica recuperar del olvido una perspectiva ideológica sepultada
por el establishment intelectual argentino, aquella que vivió el cine como
militancia y la cámara como un arma de combate.
FILMOGRAFÍA
FILMOGRAFÍA
El ciclo (1963); La tierra
quema (1964); Ceramiqueros de Tras la Sierra (1965); Nuestras Islas Malvinas
(1966); Ocurrido en Hualfín (1965); Pictografías de Cerro Colorado (1965);
Quilino (1966); México, la revolución congelada (1971); Comunicado cinematográfico
del ERP (1972); Ni olvido ni perdón (1972); Los traidores (1973); Me matan sino
trabajo y si trabajo me matan (1974), entre otros.
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