¿Qué es Trabajo de Hormiga?

Un programa semanal que se emite todos los miércoles de 19 a 21hs en FM del Mate Cocido (Barrio ATE) de San Miguel de Tucumán. Es un espacio para los trabajadores y trabajadoras. Es una herramienta para la acción. Es un trabajo colectivo. Somos -como dice una canción- los que no dejamos los sueños ni los caminos. En este blog podrán leer algunas notas sobre los temas que hablaremos en la radio, escuchar programas grabados y próximamente transmitiremos online en vivo desde el Centro de Trabajo Popular Mate Cocido donde funciona la radio. Participá - Opina - Sumate a este hormiguero.

jueves, 31 de mayo de 2012

Programa Número 10 de Trabajo de Hormiga

Miércoles 30 de mayo de 2012. En actualidad repasamos la situación (y precariedad) de los trabajadores/as de prensa de Tucumán, con Pablo Gigena de El Periódico como invitado. Pero no pudimos tampoco dejar de hablar de los artistas independientes en Tucumán. En tema libre hablamos con el médico Fernando Romano de qué son las hierbas medicinales y algunos usos populares. En las respuestas de los pueblos analizamos la actualidad chilena que entre estudiantes, reivindicaciones de género y pueblos originarios se cuestiona el modelo neoliberal. En historia de la clase obrera: el cordobazo y uno de sus referentes el sindicalista clasista Agustín Tosco. Escuchá Trabajo de Hormiga, una herramienta para la acción.


Recordá que ya podés escuchar nuestro programa los miércoles de 19 a 21hs y toda la programación de la FM del Mate por internet a través de http://mixlr.com/fmdelmate/live

Aquí podés ver la grilla con todos los programas: 
La radio comunitaria en Tucumán, ahora también por internet

El cordobazo. A 43 años de un hecho histórico fundamental para la clase obrera

El 29 de mayo de 1969, los trabajadores y trabajadoras del movimiento obrero cordobés se preparaban para protagonizar un paro activo de 36 horas desde el mediodía de esa fecha.
La gestación de este gran movimiento duró casi tres años, ya que comenzó con las luchas estudiantiles del 66, cuyo resplandor persistió hasta 1969 y que dejó un activo movimiento estudiantil.
El lucifuercista Agustín Tosco y el mecánico Elpidio Torres fueron las mayores figuras del Cordobazo, pero en su elaboración y concreción también estuvo el importante gremio de los choferes (UTA) que encabezaba Atilio López, además de Miguel Angel Correa (maderero), Héctor Castro (ATE), Jorge Canelles (UOCRA), Carlos Borelli (petroleros), quienes tuvieron activa participación en las luchas previas que prepararon el clima de la rebelión.

El 29 de mayo, desde Materfer, Fiat Concord, Grandes Motores Diesel y Perkins, por la Ruta 9; desde Perdriel e Ilasa, en las cercanías del aeropuerto de Pajas Blancas; desde la central de Lima y Maipú de la Empresa Provincial de Electricidad de Córdoba (EPEC), pero, fundamentalmente, desde Santa Isabel, por el camino a Alta Gracia, las columnas obreras, sólidas, compactas, cargadas de fuerza y rebeldía, harían trizas los sucesivos cordones policiales que las esperaban. 
El ejército fue convocado, ya que había sido desbordada la fuerza policial, pero sólo pudo ocupar el casco céntrico. El toque de queda no se respetó. Había ya cientos de detenidos. A las 20 horas, miembros del sindicato de Luz y Fuerza, cortaron la energía eléctrica y la ciudad sólo quedó iluminada en muy pocas zonas.
El 30 de mayo la gente volvió a la calle, mientras el ejército intenta recuperar el control. El gobierno respondió con el allanamiento del local de la CGTA, y fueron detenidos Tosco, Canelles, Ditofino, Elpidio Torres, y sometidos a los Consejos de Guerra. Oficialmente se dijo que hubo 34 muertos, 400 heridos y 2000 presos.
Agustín Tosco, definió al cordobazo como un acontecimiento fundamental de las clases populares sucedido el 29 y 30 de Mayo de 1969. La expresión militante, del más alto nivel cuantitativo y cualitativo de la toma de conciencia de un pueblo, en relación a que se encuentra oprimido y a que quiere liberarse para construir una vida mejor, porque sabe que puede vivirla y se lo impiden quienes especulan y se benefician con su postergación y su frustración de todos los días. ¿Y por qué Córdoba precisamente? Porque Córdoba no fue engañada por la denominada Revolución Argentina. Córdoba no vivió la "expectativa esperanzada" de otras ciudades. Córdoba jamás creyó en los planes de modernización y de transformación que prometió Onganía, Martínez Paz, Salimei y Ferrer Deheza y luego Borda, Krieger Vasena y Caballero. La toma de conciencia de Córdoba, de carácter progresivo pero elocuente, es bastante anterior al régimen de Onganía. Pero se expresa con mayor fuerza a partir de julio de 1966.

“AZOS” del 69
La "Revolución Argentina", encabezada por el dictador Gral. Onganía, mostró su rostro al profundizarse la crisis y la creciente acción represiva. Desde 1969, la lucha antidictatorial paso a otro plano con alzamientos populares como los Rosariazos de mayo y septiembre y el Cordobazo, protestas de los estudiantes correntinos, el alzamiento en Cipolletti, y el Choconazo  que tuvieron como protagonistas a la clase obrera y al estudiantado universitario, que fueron las fuerzas de choque callejeras con que contó el movimiento antidictatorial.
Expresaron la explosión de la bronca acumulada tras años de deterioro económico-social, opresión política y gremial, sumado a la proscripción del peronismo, la pérdida de conquistas históricas de los asalariados y deseos de cambios. 
La clase obrera desde 1969 vivió uno de los periodos más ricos en experiencias. Enriqueció las vivencias de otras décadas, como los cuerpos de delegados, comisiones internas, el accionar de los sindicatos, el ejercicio de la democracia directa, tomas de fábricas, organización de huelgas, paros activos y movilizaciones.

“El Cordobazo fue la toma de conciencia de un pueblo, en relación a que se encuentra oprimido y a que quiere liberarse para construir una vida mejor, porque sabe que puede vivirla y se lo impiden quienes especulan y se benefician con su postergación y su frustración de todos los días. Se dijo que el Cordobazo fue un hecho espontáneo, tal justificación tendía a descalificar la movilización. No hay espontaneísmo. Ni improvisación. Ni grupos extraños a las resoluciones adoptadas. Los Sindicatos organizaron y los estudiantes también. Se fijaron los lugares de concentración, y cómo se realizarían las marchas”. Agustín Tosco, dirigente sindical clasista.

jueves, 24 de mayo de 2012

Programa Número 9 de Trabajo de Hormiga

Miércoles 23 de Abril de 2012. Un noveno programa con sabor a cultura. En Actualidad nos preguntamos ¿El arte es un trabajo? Para responder nos visitan Gabriela de La Usina Cultural y Coco, de Los Tocafondos; trabajadores de la cultura que nos cuentan sobre mitos, verdades y las particularidades de su lucha diaria. Desde Historia de la Clase Obrera te contamos sobre Raymundo Gleyzer, cineasta desaparecido durante la última dictadura, cuya obra nos enseña que es posible valernos del cine como herramienta de lucha social. En Tema libre comenzamos a tratar la vida de los Cantores y Cantoras Populares Argentinos ¿Cómo se los puede definir? ¿Quiénes quedan dentro y fuera de la categoría? Participá de esta sección y danos tu opinión. En la Voz del Barrio, salimos a recorrer el Bº ATE y reproducimos los audios de los trabajadores respondiendo a diversas consignas. Para finalizar, en La Respuesta de Nuestros Pueblos, te mostramos una mirada alternativa de lo que está ocurriendo en Grecia, uno de los países sobre los que la crisis europea pare recaer más duro. ¿Tiene semejanzas a la crisis argentina de 2001? Puesto que los medios tradicionales no te develan los puntos clave desde una perspectiva de los trabajadores, nos abocamos a esta tarea desde el Programa Trabajo de Hormiga: una herramienta para la acción.

Raymundo Gleyzer y el cine de la base

"Nosotros no hacemos films para morir, sino para vivir, para vivir mejor. Y si se nos va la vida en ello, vendrán otros que continuarán... " (Raymundo Gleyzer, 1974)
Raymundo Gleyzer nació en 1941 y tenía 35 años cuando se convirtió en uno de los 30000 desaparecidxs. Era cineasta y militante del PRT. Estaba casado con Juana Sapire, quien colaboraba en sus películas y tenía un hijo, Diego.
Hijo de una familia judía argentina en cuya casa se fundó el célebre teatro, (Teatro Popular Judío). Raymundo recibió su nombre de un guerrillero francés —Raymond Guyot— asesinado por los nazis.
Convencido de que el cine es un arma de contrainformación, un instrumento para los de abajo, Raymundo documentó la situación social y política de América Latina desde 1963. 
A partir de 1965 se abre un nuevo período marcado por su trabajo en noticieros (Canal 7 y Telenoche). En su búsqueda personal, este tipo de trabajos terminará con una película propia "México, la Revolución congelada".
En 1972 comienza el camino que lo llevara a su único largometraje de ficción "Los Traidores". Al mismo tiempo que filmaba 'Los traidores', Gleyzer filmó un corto sobre la masacre de Trelew: "Ni olvido ni perdón". La película se hizo básicamente con la conferencia de prensa que los fugados del penal habían dado en el aeropuerto (donde estaban varados) y con una serie de fotos. Al mismo tiempo nacía el FAS (Frente Antiimperialista por el Socialismo), que se relacionó directamente con el proyecto de Cine de Base.

CINE DE LA BASE
Su compromiso militante con el PRT-ERP lo llevó a agruparse junto con otros jóvenes revolucionarios en el Cine de la Base, uno de los dos principales nucleamientos del cine político de aquellos años, paralelo al grupo Cine Liberación.
La principal consigna era llevar el cine a la gente, a los protagonistas de sus films, los desposeídos de la tierra, los obreros, los indios y los campesinos.
Fue una época en donde se organizaban proyecciones para el debate. Las proyecciones se daban cita en cualquier lugar y fuera de Buenos Aires también: La Plata, Córdoba, Rosario, Tucumán. Y el Cine de Base se iba expandiendo... La idea era crear una red que llegara a todo el interior del país, y que funcionara también como una distribuidora. La intención era crear una cadena de salas dentro de las villas, solo con lo necesario: proyector, un techo y bancos, pero no llegó a concretarlo.
El objetivo que perseguía en cada una de sus producciones era convertir al cine en un arma de contrainformación para intervenir en la lucha social. 
La cámara denuncia, interpela, presenta lo oculto. Se interna en pasajes olvidados y se contacta con instancias cotidianas que deben ser exploradas, develadas y a través de ellas revela un estado de situación, producto de las condiciones reales de existencia. Y precisamente esta herramienta de denuncia que Raymundo transformaba en arma de combate se mezclaba en las ollas populares, actuaba como un guerrillero, denunciaba la represión, las masacres, el hambre, la pobreza. No era ajena ni miraba sorprendida los acontecimientos, sino que pretendía ser era uno más en las barricadas, en las asambleas de los obreros.
El 27 de Mayo de 1976  es secuestrado por un comando militar a la salida del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina. Raymundo fue visto por última vez junto al escritor Haroldo Conti, en el campo de concentración El Vesubio. Varios directores del mundo iniciaron en los festivales de cine una campaña mundial por la liberación de Gleyzer. Entre otros escritores García Márquez escribió una carta pidiendo su aparición con vida. La dictadura intentó silenciar a uno de los más talentosos y coherentes referentes del cine social latinoamericano.
Repensar su obra, su vida y su militancia implica recuperar del olvido una perspectiva ideológica sepultada por el establishment intelectual argentino, aquella que vivió el cine como militancia y la cámara como un arma de combate. 

FILMOGRAFÍA
El ciclo (1963); La tierra quema (1964); Ceramiqueros de Tras la Sierra (1965); Nuestras Islas Malvinas (1966); Ocurrido en Hualfín (1965); Pictografías de Cerro Colorado (1965); Quilino (1966); México, la revolución congelada (1971); Comunicado cinematográfico del ERP (1972); Ni olvido ni perdón (1972); Los traidores (1973); Me matan sino trabajo y si trabajo me matan (1974), entre otros.

jueves, 10 de mayo de 2012

Programa Número 7 de Trabajo de Hormiga

Miércoles 9 de mayo de 2012. En actualidad tuvimos como invitada a Mariana Rodriguez Fuentes de ContraPunto para repasar la actualidad del caso Marita Verón e indagar la temática de prostitución y "trabajo". El mito norteño del perro familiar apareció como tema libre e indagamos un poco su origen y significado. Para historia de la clase obrera nos visitó Mimi Diaz Cabrera, que forma parte de la opereta "Amarga Azucar" que presentó el Mate Cocido en 2010 y cuenta la historia del cierre del Ingenio El Manantial, que funcionó hasta la década del 40 en la zona del actual barrio ATE y Los Plátanos. Por esto también en la voz del barrio nos preguntamos: ¿Conocemos el origen de nuestros barrios? ¿El porqué de sus nombres? Escuchá Trabajo de Hormiga: una herramienta para la acción.

jueves, 3 de mayo de 2012

Programa Número 6 de Trabajo de Hormiga

Miércoles 2 de mayo de 2012. Programa especial de Trabajo de Hormiga por el día de los trabajadores y las trabajadoras. En historia de la clase Obrera vamos a recordar a los mártires de Chicago, además de citas referidas a la fecha y un análisis de la situación actual de los trabajadores. En actualidad presentamos números y realidades del 1° de Mayo, con audios de entrevistas en las marchas realizadas. La Voz del Barrio la portan Damián, docente de escuela rural, y La Moro, a partir de la consigna ¿Cómo se ve la situación de los trabajadores este año? ¿Hay realmente motivo de festejo? Presentamos lo ocurrido en Islandia, el país que se propuso hacer realidad el “Que se vayan todos”, sin que esto haya generado repercusión en los grandes medios de comunicación. No te pierdas los detalles en La respuesta de nuestros pueblos. La Música Popular Brasilera y el Samba estarán presentes para musicalizar, mientras que en nuestro Tema Libre de la semana hablaremos del derecho al ocio. Escuchá Trabajo de Hormiga: una herramienta para la acción.

Día internacional de lxs trabajadores y trabajadoras – los mártires de chicago

El 1° de mayo de 1886, la huelga por la jornada de ocho horas estalló de costa a costa de los Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340.000 obreros salieron a calles y plazas a manifestar su exigencia, precisa y uniforme para todo el movimiento sindical: ¡A partir de hoy, ningún obrero debe trabajar más de 8 horas por día! ¡8 horas de trabajo! ¡8 horas de reposo! ¡8 horas de recreación! En Chicago los sucesos tomaron rápidamente un sesgo violento, que culminó en la masacre de la plaza Haymarket (4 de mayo) y en el posterior juicio contra los dirigentes anarquistas y socialistas de esa ciudad, cuatro de los cuales fueron ahorcados un año y medio después. Dos fueron las organizaciones que dirigían la huelga por las 8 horas en Chicago y todo el Estado de Illinois: la Asociación de Trabajadores y Artesanos y la Unión Obrera Central, pero eran sus exaltados periódicos obreros los polos en torno a los cuales giraba la acción reivindicativa. El ambiente ya se encontraba encendido porque la policía había disuelto violentamente un mitin de 50.000 huelguistas en el centro de Chicago, el 2 de mayo. El día 3 se hizo una nueva manifestación, esta vez frente a la fábrica McCormik, única fábrica que continuaba produciendo, organizada por la Unión de los Trabajadores de la Madera. Un grupo de policías cayó sobre la muchedumbre desarmada y, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre ella: 6 muertos y varias decenas de heridos fue el saldo de la acción policial. Luego de la represión, Fischer escribe la siguiente proclama: “Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza! ¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria. Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad lo que nos hace gritar: “¡A las armas!”. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden... ¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís! ¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!”. En la plaza Haymarket se reunieron unas 15.000 personas. La muchedumbre ya estaba reducida a unos pocos miles cuando 180 policías avanzaron sobre los manifestantes. Ya se alzaban los fusiles cuando, desde el montón informe de los manifestantes, se vio salir un objeto humeante del tamaño de una naranja, que cayó entre dos filas de los policías, levantando un poderoso estruendo, señal para que los policías cagaran salvajemente sobre la multitud, disparando y golpeando a diestra y siniestra. El balance dejó un total de 38 obreros muertos y 115 heridos. Otros 6 policías alcanzados por la bomba murieron en el hospital. Los locales sindicales, los diarios obreros y los domicilios de los dirigentes fueron allanados, salvajemente golpeados ellos y sus familiares, destruidos sus bibliotecas y, finalmente, acusados en falso de ser ellos quienes habían confeccionado, transportado hasta la plaza de Haymarket y arrojado la bomba que desencadenó la feroz matanza. Ninguno de los cargos pudo ser probado, pero todo el poder del gran capital, su prensa y su justicia, se volcaron para aplicar una sanción ejemplar a quienes dirigían la agitación por la jornada de 8 horas: Spies, Parsons, Fielden, Fischer, Engel, Schwab, Lingg y Neebe pagaron con sus vidas, o la cárcel, el crimen de tratar de poner un límite horario a la explotación del trabajo humano. José Martí dijo expresamente en su crónica de los sucesos: “No se pudo probar que los ocho acusados del asesinato del policía Degan hubieran preparado ni encubierto siquiera una conspiración que rematase con su muerte. Los testigos fueron los policías mismos, y cuatro anarquistas comprados, uno de ellos confeso de perjurio. Lingg mismo, cuyas bombas eran semejantes, como se vio por el casquete, a la de Haymarket, estaba, según el proceso, lejos de la catástrofe. Parsons, contento de su discurso (ya pronunciado), contemplaba la multitud desde un lugar vecino. El perjuro fue quien dijo, y desdijo luego, que vio a Spies encender el fósforo con que se prendió la mecha de la bomba, que Ling "cargó con otro hasta un rincón cercano a la plaza en un baúl de cuero", que la tarde de los seis muertos en McCormik acordaron los anarquistas, a petición de Engel, armarse para resistir nuevos ataques. Que Spies estuvo un instante en el lugar en que se tomó el acuerdo. Que en su despacho había bombas, y en una u otra casa, "Manuales de guerra revolucionaria". Lo que sí se probó con plena prueba fue que, según todos los testigos adversos, el que arrojó la bomba era un desconocido”. El fraudulento proceso judicial llevado a cabo en Chicago tendía a escarmentar al movimiento obrero norteamericano y desalentar el creciente movimiento de masas que pugnaba por la reivindicación de la jornada de ocho horas de trabajo. José Martí relata la ejecución:"...salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas plateadas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos... abajo la concurrencia sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... plegaria es el rostro de Spies, firmeza el de Fischer, orgullo el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita que la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora... los encapuchan, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos cuelgan y se balancean en una danza espantable..." En la Argentina desde 1890 a la actualidad nunca se dejó de conmemorar el 1º de mayo. En aquel año, el mitin en Capital Federal reunió a tres mil personas. Allí, se aprobaron las siguientes resoluciones: 1°) Crear una Federación de Obreros en la República; 2°) Crear un periódico para la defensa de la clase obrera;. 3°) Enviar una petición al Congreso Nacional para solicitar la sanción de leyes protectoras de la clase obrera.